La intención de estas actividades es acercar el mundo de las plantas y su diversidad a los alumnos, en un entorno conocido para ellos para que empiecen a ver que hay muchas cosas interesantes que les rodean.
La idea en realidad surge porque, a raíz de la crisis, los centros escolares tienen menos dinero para gastar en actividades extraescolares y las visitas fuera del centro han disminuido bastante. Es una pena, porque suelen ser bastante enriquecedoras y proporcionan a los alumnos pequeños destellos del mundo más allá de las puertas del cole. En muchos casos lo más caro es el transporte desde centro escolar al museo, fábrica o lugar a conocer. ¿Sería posible entonces proponer una actividad que sea económicamente viable? Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma… Realmente si es posible. El entorno del centro escolar y los parques y jardines del barrio donde juegan los niños después del cole ¡está lleno de plantas! Ya tenemos el recurso a mano y disponible, con la ventaja de que los alumnos tras la actividad tendrán la posibilidad de cambiar la percepción de lo que les rodea: el árbol ya no será sólo un elemento de juego del patio. Tiene vida propia.

Higuera bajo el cielo azul